Los amaneceres en aguas blancas son fantásticos. Siempre hay algo que fotografiar. Las rocas en primer plano, los islotes más allá, la silueta de Tagomago... Una delicia.

La luna está en un menguante rabioso. Sale un par de horas antes del Sol, y da tiempo a fotografiarla sobre uno de los islotes. Una línea, un suspiro en el cielo.

Con un tiempo de exposición de alrededor de medio segundo el mar fluye alrededor de las rocas.

Con el filtro de diez pasos el mar aparece plano esté lo agitado que esté. Unas fotos que tienen un componente irreal. Me encantan.


Disparando en el tiempo que toca se ve perfectamente el estado del mar.

Y el Sol, el protagonista del amanecer.

Hay gente que se baña desde antes de que salga el Sol.

O que practica deporte sobre las olas.
Nikon D90, diversos objetivos: Nikon 50mm f/1.4; Sigma 10-20 f/4-5.6; Sigma 24-70 f/2.8; Sigma 70-200 f/2.8; kenko * 2
1 comentario:
Una de las playas que más me gusta. Fíjate, cada vez que tengo la oportunidad de escaparme, casi siempre acabo aquí.
Ah, por cierto, los atardeceres también són fantásticos.
Un abrazo.
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