Yo lo pasé genial ese día, primero con la excursión en canoa, luego con el paseo por el parque natural y por último con la caminata nocturna en busca de tortugas desovando. No busques fotos de eso, porque no las hay. No se les pueden hacer fotos con flash, y sin flash en una noche sin luna... pues eso.
Por aquí abajo vas a ver muchas fotos de aves, alguna de perezosos, uno de ellos una hembra cargando con su cría. Verás un caimán buscando aperitivo; una mamá mono formando un puente entre árboles para que su cría pase de uno a otro; una iguana tomando el sol; una serpiente muy venenosa (cuanto más llamativo el color, más venenoso el bicho en general); una maravillosa rana verde de ojos rojos que tuve en la mano a la que sólo pude fotografiar con el móvil. Peor la mejor de todas es la última: una de las muchas tortuguitas recién eclosionadas que vimos correr desde el huevo hasta el mar. Ese fue uno de los momentos más bonitos de viaje sin duda. Nos mojamos hasta el alma con el chaparrón que caía, pero no nos movimos un metro viendo a las tortugas salir una detrás de otra, desde el sitio de la puesta hasta la orilla, y meterse en el mar. Sólo una de cada cien llegará a procrear en su momento, pero vamos, las ganas de vivir se les veían a todas.
A ver si alguna foto te gusta.
Todas las fotos (menos una) Olympus E-PL7 con varios objetivos. Tomadas en Tortuguero, el 11/11/2016
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